Limpieza exhaustiva: Limpieza profunda de áreas comunes, habitaciones, salas de espera, quirófanos, laboratorios, entre otros espacios del hospital.
Desinfección de superficies: Aplicación de productos desinfectantes especializados para eliminar gérmenes, bacterias y virus, especialmente en áreas de alto contacto como pasamanos, pomos de puertas, interruptores de luz, entre otros.
Manejo de residuos hospitalarios: Recolección y disposición segura de residuos biológicos y médicos para evitar riesgos de contaminación y propagación de enfermedades.
Protocolos de higiene: Cumplimiento de rigurosos protocolos de higiene y desinfección establecidos por los estándares de salud y las normativas sanitarias correspondientes.
Uso de equipos y productos especializados: Utilización de equipos de limpieza específicos para hospitales y productos químicos certificados que aseguren una adecuada desinfección.
Seguridad y protección del personal: Capacitación y dotación de equipos de protección para el personal encargado de la limpieza y desinfección, garantizando su seguridad y reduciendo el riesgo de contaminación cruzada.
Mantenimiento de la bioseguridad: Aplicación de medidas preventivas para evitar la propagación de infecciones intrahospitalarias, lo que puede incluir campañas de concientización, controles de acceso y seguimiento de protocolos.